Las 10 enseñanzas más importantes de la magia de pensar en grande

¿Alguna vez te has preguntado cuáles son las prácticas o métodos que utilizan los grandes pensadores o líderes que generalmente son seguidos por muchas personas? Uno de los secretos está en la magia de pensar en grande.

En este blog resumo las principales ideas que David Schwartz expone en su libro “la magia de pensar en grande”, que, además de ser un clásico, es uno de los libros de referencia a la hora de lograr objetivos y ser exitoso en la cotidianidad.

1. Para pensar en grande: Cree que podrás tener éxito, y lo tendrás 

Los seres humanos hemos evolucionado alrededor de creencias, desde los hombres de las cavernas que iniciaron a creer en seres extraordinarios, pasando por la mitología griega y otras leyendas que son parte de nuestra tradición oral y escrita. Las creencias son potentes. Las creencias como la actitud “positiva” del “yo puedo”, generan el poder, las habilidades y la energía que necesitas para lograr las cosas. Cuando tu crees en “yo puedo hacerlo”, el “cómo” hacerlo se desarrolla por añadidura.

Junto a las creencias, es importante desarrollar el sentido de la observación. ¿no te sorprende como tantas personas entendemos tan poco de cómo actúan las demás personas a pesar de estar rodeados de ellas? Esto se da porque no estamos entrenados para observar, pero me refiero a una observación profunda de la acción humana. Un aprendizaje de esos grandes que me dejó mi abuelo era un dicho que decía: “Al lugar que fueres, observa”, siempre en referencia a lugares extraños para tener idea de cómo interactúan las personas y poder integrarme más rápidamente.

2. Para pensar en grande: Evita la EXCUSITIS, la enfermedad del fracaso

Este subtítulo se explica por si solo, y las víctimas de esta enfermedad suelen seleccionar una “buena” excusa y se apegan a ella. Después permiten que esa excusa sea la que explique porqué la persona no se desarrolla. Cada vez que la víctima elabora una excusa de esta enfermedad, esta se hace cada vez más parte del subconsciente. Los pensamientos, sean positivos o negativos, crecen siempre más fuertes cuando son fertilizados con repetición constante. La excusitis aparece en muchas formas, pero las más comunes formas son: la excusitis por salud, la excusitis por inteligencia, la excusitis por la edad y la excusitis por fortuna.

Para la excusitis por salud se puede pensar en una vacuna de cuatro dosis: 1) No hablar sobre tu salud, 2) No te preocupes en extremo por tu salud, 3) Se genuinamente agradecido que tu salud sea tan buena como lo es, y 4) recuérdate a ti mismo que es mejor “desgastarse que oxidarse”.

Sobre la excusitis de inteligencia, a menudo se comenten dos errores. Por un lado, subestimamos el poder de nuestro cerebro, y, por otro lado, sobre estimamos ese mismo poder en los otros. Al respecto, existe una concepción social orientada a determinar que “el conocimiento es poder”, pero en realidad el conocimiento es solo poder potencial. El conocimiento es verdaderamente poder cuando se lo usa constructivamente. Existen al menos tres formas de curar esta excusitis. Por un lado, nunca subestimes tu propia inteligencia ni sobre estimes la inteligencia de los demás. Recuerda, no se trata de cuánta inteligencia tengas, sino de cuán bien la uses. Gestiona y controla tu mente en lugar de buscar calcular tu IQ. Una segunda forma es recordarte cotidianamente: “Mis actitudes son mucho más importantes que mi inteligencia”. Busca las razones por las que puedes hacerlo, no las razones por las que no puedes. La magia de pensar en grande requiere que pongas tu inteligencia para un uso creativo positivo, para encontrar las formas de ganar y no para comprobar que vas a perder. La tercera forma es recordar que la habilidad de pensar es de mucho más valor que la habilidad de memorizar hechos. Usa tu mente para crear y desarrollar ideas, para encontrar nuevas y mejores formas de hacer las cosas. Pregúntate: ¿Estoy usando mi habilidad mental para hacer historia, o estoy usándola solamente para grabar la historia que otros hacen?

3. Para pensar en grande: Fortalece tu confianza y destruye el miedo

Solo la acción cura el miedo. La inacción, la indecisión, posponer las decisiones, por otro lado, es un fertilizante para el miedo. Si buscas ser exitoso todos los días, escribe esto en tu mente: “Solo la acción cura el miedo”. Parte de la magia de pensar en grande está en la practica cotidiana de estas técnicas sencillas: Busca ser protagonista de los espacios que compartes con otros, siempre mira a los ojos de otras personas, camina 25% más rápido, no seas la última persona en intervenir en una reunión y, finalmente, recuerda siempre sonreír.

4. Aprende a pensar en grande

Los grandes pensadores son especialistas en crear imágenes positivas, optimistas y con visión de futuro, tanto para visualizarlas en su propia mente como persuadir a otros para que las vean. La magia de pensar en grande requiere que uses palabras y frases que producen imágenes mentales que sean grandes y positivas.

Aquí te dejo cuatro formas para ayudarte a desarrollar un vocabulario de gran pensador: 1. Usa palabras grandes, positivas, emocionantes para describir cómo te sientes. Cuando alguien te pregunta ¿cómo estás?, responde con algún “Estoy excelente, gracias, ¿y tú?”. Comunica que te sientes excelente en cada oportunidad y te sentirás de esa forma. Ser conocido como alguien que siempre se siente bien, gana amistades. 2. Usa las mismas palabras para describir a los otros. 3. Usa un lenguaje positivo para animar a los demás. Felicita a las personas personalmente en cada oportunidad, pues todos los que conoces finalmente buscan reconocimiento. Felicita a las personas en su forma de vestir y apariencia, su trabajo, sus logros, sus familias. 4. Usa palabras positivas para referirte a los planes de otros. Promete victorias y gana apoyo, construye castillos, no caves tumbas. Mira las cosas no como son sino como pueden ser. Un gran pensar tiene la capacidad de visualizar el futuro, no se deja restringir por lo que pueda ser el presente.

Una práctica cotidiana importante es el “agregar valor” a las cosas, es decir, preguntarte cómo podrías mejorar o agregar algo a esa actividad o a ese negocio que tienes para hacerlo exitoso. Y al mismo tiempo, practica el “agregar valor” a las personas, es decir, preguntarte cómo agregar valor con las personas que te rodean para ayudar a tener relaciones efectivas. Contemporáneamente, practica el “agregar valor” a ti mismo, es decir, preguntarte todos los días cómo puedes hacerte más valioso cada día. Visualizarte no como eres sino por lo que puedes llegar a ser.

5. Para pensar en grande, sueña creativamente

La magia de pensar en grande y del pensamiento creativo es simplemente encontrar nuevos y mejorados métodos de hacer las cosas. Para mejorar esta habilidad el primer paso es creer que se puede hacer. Cuando crees que algo es imposible, tu mente se pone a trabajar para encontrar la razón de por qué es imposible. Pero cuando crees realmente que algo puede hacerse, tu mente trabaja y te ayuda a encontrar maneras para lograrlo. Por esto, es importante eliminar la palabra “imposible” de tu pensamiento y vocabulario. “Imposible” es una palabra de fracaso que configura tu cerebro para comprobarlo.

Una persona exitosa no se pregunta ¿puedo hacerlo mejor?, porque ya sabe que puede. Lo que se pregunta es ¿cómo puedo hacerlo mejor? La capacidad es un estado de la mente. Cuánto podamos hacer realmente depende en cuánto pensemos que podamos hacerlo. Es por eso que, como una política general, si quieres que algo suceda, encárgaselo a una persona ocupada. Reúsa de delegar trabajos importantes a personas con demasiado tiempo libre, porque si una persona tiene demasiado tiempo libre, en realidad ha configurado su chip a una capacidad baja de logro.

5.1 Para pensar en grande, practica la escucha activa

Otro consejo: practica la escucha activa. Las grandes personas monopolizan la escucha, mientras las personas pequeñas monopolizan el discurso. Por este motivo, busca animar a las otras personas a hablar, formula tus visiones en forma de preguntas, y concéntrate en lo que las demás personas dicen.

Pensar creativamente no es una acción pasiva, requiere que las ideas sean maduradas y desarrolladas. Para esto no dejes una idea escapar, escríbela en un papel. Todos los días muchas buenas ideas nacen solo para morir rápidamente porque no fueron escritas. Encuentra alguna forma de escribirlas en cualquier momento, mediante una libreta, cuaderno o alguna aplicación web o de tu celular. Después revisa tus ideas cotidianamente, desechando aquellas que después de un tiempo no suscitan emoción. Finalmente, cultiva esa idea para hacerla crecer. Piensa en ella y relaciónala con otras ideas, comienza el proceso de leer todo lo relacionado e investiga todos sus vértices. Y así cuando el tiempo sea el adecuado, pondrás esa idea a trabajar para ti.

6. Tu eres lo que piensas que eres

Recuerda esto como una regla: tu apariencia “habla”. Asegúrate de que, entonces, tu apariencia dice cosas positivas sobre ti. Así que no salgas de casa sin estar seguro de que luces como el tipo de persona que quieres ser.

El pensamiento es clave. Piensa que eres débil, piensa que no tienes lo que se necesita, piensa que vas a perder, piensa que eres una persona “de segunda clase”, si piensas en estas formas, estarás estancado en la mediocridad. Pero, en su lugar, piensa en que eres importante, piensa que tienes lo que se necesita, que eres una persona de alto nivel, que tu trabajo es importante. Piensa en esta forma y estarás ya en el camino del éxito.

La única base real que las demás personas tienen para juzgar tus habilidades son tus acciones. Y tus acciones están controladas por tus pensamientos. Por eso, tu eres lo que piensas que eres. Nuevamente: La magia de pensar en grande. 

7. Para pensar en grande: Gestiona tu ambiente y escoge la primera clase

Puedes hacer estas tres simples cosas para convertir tu ambiente. En primer lugar, intenta socializar en distintos grupos, porque restringirte a un solo ambiente o a un pequeño grupo produce aburrimiento, insatisfacción, y además recuerda que la construcción del éxito requiere que te conviertas en un experto en entender a las personas. Por esto, tratar de entender todo lo que tiene que ver con personas estando en un pequeño grupo es como intentar dominar matemáticas leyendo solo un libro corto.

En segundo lugar, haz nuevos amigos, únete a nuevas organizaciones, extiende tu ámbito social, porque eso extenderá tu mente y pensamiento. En tercer lugar, selecciona amigos que tienen diferentes visiones a las tuyas. En el mundo actual, un individuo cerrado no tiene mucho futuro, las responsabilidades de una persona exitosa exigen gravitar en la capacidad de ver siempre los dos lados, visualizando la magia de pensar en grande.

8. Para pensar en grande: Has de tus actitudes tus aliadas

La magia de pensar en grande también está en las actitudes. Las actitudes hacen la diferencia. Los vendedores con la actitud adecuada cumplen sus metas, los estudiantes con la actitud adecuada logran la máxima calificación, actitudes adecuadas son el camino para un matrimonio feliz. Por esto, cultiva estas actitudes: 1) La actitud de “estoy activado”; 2) la actitud de “Tu eres importante” y; 3) la actitud de servicio.

Se la persona que difunde las buenas noticias. La persona que comienza una reunión o una llamada con un “tengo buenas noticias” inmediatamente recibe el 100% de atención de todos los presentes. Las buenas noticias no solo llaman la atención, sino que gustan y satisfacen a las personas. Y solo porque haya más difusores de malas noticias no pierdas el sentido. Nadie nunca ganó un amigo, o hizo dinero, o cumplió algo importante siendo portador de malas noticias. Se una persona que “se siente genial”. Solo diciendo “me siento genial” en cada oportunidad te hará sentir mejor. En la misma forma, si le dices a las personas “me siento mal, solo mal”, finalmente terminarás sintiéndote peor. Cómo te sientes es, en gran medida, determinado por cómo piensas que te sientes. Recuerda, entonces, que las demás personas buscan estar rodeadas de personas vivas, entusiastas, alegres. Porque estar alrededor de personas quejumbrosas y frías es incómodo.

9. Piensa bien de los demás

A veces cometemos el error de esperar perfección de los demás, cuando nosotros tenemos cosas por mejorar. Cometemos el error de pensar que son los otros los que deben iniciar la conversación, la relación. Esto nos convierte en una persona poco “querible”.

Es importante siempre tomar la iniciativa para construir amistades, para esto preséntate a otros cada que tengas una oportunidad, apréndete los nombres de las demás personas inmediatamente y asegúrate que los otros también hayan receptado tu nombre correctamente y lo recuerden.

Acepta las limitaciones y diferencias que todos tenemos, no esperes que nadie sea perfecto, porque todos tenemos el derecho a ser diferentes. No seas un reformador, muchas veces un silencio puede salvar una relación que, dependiendo de las circunstancias, puede mejorar en otro tiempo. Intenta, incluso si te cuesta, encontrar cualidades que admirar en cada persona, y no solo busques aquellas que no te gustan. No te dejes influenciar sobre una persona con la opinión de otro, es mejor tener buenos pensamientos hacia las personas y así obtendrás mejores resultados.

Practica la generosidad en tus conversaciones, es decir, anima y fomenta que otros hablen, que cuenten sus opiniones, sus logros. Finalmente, practica la cortesía, porque esto hace sentir bien a los demás y, al final, también a ti.

10. Del pensamiento a la magia: Construye el hábito de la acción

Como se había mencionado antes, solo la acción vence al miedo, mientras que la inacción fortalece los miedos. Recuerda que tener excelentes ideas no es suficiente. Una idea simple sobre la cual se actúa y desarrollan cosas es 100% mejor que una idea genial que muere porque no se la desarrolla. La magia de pensar en grande también tiene que ver con la capacidad de ejecutar ideas y no dejarlas en la lista de deseos.

Por esto practica las siguientes acciones:

  1. Se un iniciador, alguien que hace las cosas, no la que las impide.
  2. No esperes a que las condiciones sean perfectas, nunca lo serán. Mejor anticípate a los obstáculos del futuro y resuélvelas en el camino.
  3. Recuerda que las ideas por si solas no producen éxito, las ideas solo producen valor cuando se actúa sobre ellas.
  4. Usa a la acción para curar el miedo y ganar confianza.
  5. Inicia tu motor mental mecánicamente, no esperes a que el espíritu te mueva. Muévete y que tu espíritu te siga.
  6. Piensa siempre en el presente. Se la persona que motiva a “iniciar ahora”. Recuerda que las palabras mañana, próximas semanas, después y otras palabras son cercanas a la palabra del fracaso: Nunca.
  7. Aprovecha las oportunidades, se el voluntario que siempre se necesita. Muestra que tienes la habilidad y ambición para hacerlo.

 

Si leíste hasta acá, veo que te ha interesado el tema. Por esa razón, te regalo «de yapa» 3 enseñanzas adicionales. ¡No las desperdicies!

11. Convierte el fracaso en victoria

Cinco ideas para convertir las derrotas en victorias:

  1. Estudia tus fracasos para aprender e ir por la victoria en la próxima oportunidad
  2. Ten el coraje de ser tu propio crítico constructivo. Busca tus faltas y debilidades para corregirlas. Eso te hace un profesional.
  3. Basta de culpar a la suerte de tus fracasos, investiga tus derrotas. Recuerda que culpar a la suerte nunca ayudó a nadie en obtener lo que querían.
  4. Mezcla la persistencia con experimentación. Concéntrate y mantente en tus objetivos, pero no te golpees la cabeza contra un muro. Busca nuevos enfoques, experimenta.
  5. Recuerda que el vaso puede estar medio lleno, busca el lado bueno en las situaciones.

12. Usa tus metas para ayudarte a crecer

Pon estos principios a trabajar para ti:

  1. Visualiza claramente donde te ves en 10 años desde ahora.
  2. Escribe tu plan para esos 10 años. Tu vida es demasiado importante como para dejarlo a la suerte.
  3. Ríndete ante tus objetivos y deseos más fervientes. Deja que tus objetivos te den energía para hacer las cosas.
  4. Permite que tu objetivo más grande sea el piloto automático. Cuando dejas que un objetivo te absorba, te encontrarás tomando las decisiones correctas para lograr ese objetivo.
  5. El método más eficaz para lograr un objetivo es el paso a paso, escalera por escalera. Prémiate por cada paso que des hacia conseguir tu objetivo.
  6. Para entrenarte en la consecución de objetivos, plantéate objetivos cada 30 días. Las pequeñas satisfacciones serán el combustible para continuar.
  7. Se flexible en el camino.
  8. Invierte en ti mismo, compra las cosas que fortalecen tu mente y te dan nuevas ideas. Para esto puedes inspirarte en algunas frases de este blog

13. Piensa como un líder

Para activar la magia de pensar en grande tendrás que convertirte enun líder efectivo, para lo cual debes poner en práctica estos 4 principios:

  1. Busca primero entender para después ser entendido. Siempre parte de los zapatos de la persona que quisieras influenciar.
  2. Ser humano es la mejor regla para relacionarte con otras personas. Pregúntate siempre cuál es la manera más humana de solucionar un problema. Siempre muestra que pones a las personas en primer lugar.
  3. Piensa en progreso, cree en el progreso y empuja por él. Siempre piensa como todo puede mejorarse y apunta siempre al más alto estándar de calidad para que lo que las demás personas sigan sea un buen ejemplo.
  4. Recuerda que uno de los trabajos más importantes de un líder es pensar, y la mejor preparación para el liderazgo es pensar. Maneja la soledad para pensar y fomentar tu pensamiento creativo para encontrar soluciones personales o de tu organización. Reúnete contigo mismo, es una gran técnica de los grandes líderes.

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